Familia y escuela
en casos de hiperactividad
Si en su hogar tiene un niño "travieso", "mal educado", "inquieto", "impulsivo", que no pude concentrarse largo tiempo en una actividad, que se distrae con facilidad y que sus profesores se quejan por su falta de atención y disciplina, es posible que ese niño sea hiperactivo.
Asesoría: Henry Valencia
Psiquiatra. Docente Escuela de Medicina de la Universidad del Valle

Entre los comportamientos que caracterizan la hiperactividad están la falta de atención y la impulsividad: la primera trae como consecuencia el retraso en el proceso de aprendizaje, y la segunda genera conflictos con los grupos sociales que rodean al niño, es decir, con su familia y compañeros de clase.

Los niños hiperactivos usualmente no se comportan así porque lo premediten, estudios hablan de que la hiperactividad es cuestión de genética, y otros dicen que se han encontrado en algunos niños hiperactivos ciertas alteraciones en la corteza frontal del cerebro, que se encarga del manejo de la impulsividad en los seres humanos, sin embargo, hasta la fecha, se desconoce su origen.

Estudios médicos revelan que entre el 4% y el 5% de los niños en edad escolar son hiperactivos, y que entre éstos, son más los casos presentados en niños que en niñas.


¿Qué hacer?
Lo primero que se les recomienda a los padres es que no piensen que sus hijos son maleducados o groseros. Se debe tener en cuenta que el niño hiperactivo con frecuencia se deprime y tiene baja autoestima porque todos lo rechazan.

El niño debe ser visto por un médico, éste le recomendará un tratamiento, enfocado primero hacia el niño, y segundo a sus padres y núcleo social. El niño debe tomar un medicamento que le ayude a controlar su impulsividad y a mejorar la atención. Esto debe apoyarse en procesos de enseñanza para que aprenda a regular su conducta. No es una tarea titánica, es posible de llevar a la realidad si todos están con el niño.

Es fundamental propiciar periodos cortos de actividades al niño que le permitan finalizar con lo previsto: sentarse por pocos minutos a realizar las tareas; leer historias o cuentos cortos, esto le ayudará a enfocar su atención en las actividades diarias.

El niño debe tratar de estar en medio de un entorno familiar y social organizado, con normas claras y bien definidas, y con un ambiente sereno, relajante y cálido, donde reconozcan su esfuerzo, lo animen y protejan.

Es importante hacer sentir al niño hiperactivo,
que tiene el apoyo de su familia, amigos y maestros.