Para
que su lesión sane, proteja a su yeso o férula contra un daño.
Después que la hinchazón inicial disminuye, un soporte apropiado
le permitirá continuar sus actividades con un mínimo de inconveniencias.
Cuidado
del yeso o férula Después
de haberse acostumbrado a tu yeso o férula por unos cuantos días,
es muy importante mantenerlo en buena condición. Atento a los siguiente:
Mantén seco tu yeso o férula. La humedad debilita
al yeso y un acolchado mojado cerca de
la piel puede causar una irritación. Usa dos capas
de plástico o compra protectores de plástico para mantener seco
tu yeso o férula mientras que tomas una ducha o te bañas.
No camines con un "yeso" hasta que esté
completamente seco y duro. Toma alrededor de
una hora para la fibra de vidrio, y de dos a tres
días hasta que el yeso esté suficientemente duro para caminar con
éste.
Mantén la tierra, arena, y los polvos de talco lejos
del interior del yeso o férula.
No saques el acolchado del yeso o férula.
No insertes dentro del yeso o férula objetos como
colgadores de alambre, para rascarte la
piel con picazón. No apliques polvos o desodorantes
a la piel con picazón. Si persiste la picazón llama al médico.
No rompas los bordes ásperos, ni recortes el yeso
antes de haber preguntado al médico.
Inspecciona la piel alrededor del yeso. Si tu piel se pone
roja o sangrante alrededor del
yeso, llama al médico.
Inspecciona el yeso con regularidad. Si se empieza a agrietar
o desarrolla lugares blandos, hay que cambiarlo.
Retiro
apropiado Nunca te quites un yeso por sí mismo(a), puedes cortar
o lastimar tu piel. El médico usará una sierra para abrir el yeso.
La sierra vibra, pero no gira. Si la hoja de la sierra toca el acolchado dentro
de la cubierta dura del yeso, el acolchado vibrará con la hoja y protegerá
a tu piel.
¡Ten presentes
los consejos del médico, ellos te ayudarán a sentir mejor!
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