Temporada escolar
¡póngase al pelo con los piojos!

Anualmente, millones de escolares contraen piojos en la cabeza, un problema que constituye la segunda enfermedad más contagiosa entre los niños, después del catarro.

Asesoría: Marco Antonio Reyes
Pediatra Alergista

Con el comienzo de las clases en los colegios o con los nuevos amigos llegan también los piojos: unos insectos diminutos con altísima capacidad de reproducción que les encanta residir en el cuero cabelludo y en el pelo de los humanos, pero sobre todo en los niños y las mujeres, debido a que los hombres producen una secreción sebácea que dificulta la acción de este animalito que cuando "pica pica y cuando rasca rasca".

La acción del parásito se facilita por el diseño de su aparato bucal, que le permite succionar la sangre de su víctima durante los 30 días que la naturaleza le brindó como promedio de vida, este insecto logra dejar 200 huevos (liendres) que pasarán a otros niños por contacto directo (pues los piojos no vuelan), a través de sus juguetes, ropa o al compartir cepillos, peines o gorras.


Para tener presente...
Los piojos son muy pequeños, casi imperceptibles a la vista, por ello es necesario examinar al niño con especial detenimiento, sobre todo si se nota que se rasca frecuentemente la cabeza, detrás de las orejas y la nuca.

El piojo se aferra firmemente al cabello para evitar ser desalojado y desde allí comienzan su molesta tarea: se alimentan de sangre por lo que, una vez instalados en la cabeza, pican para poder succionarla.

La característica comezón que produce esta picadura se debe a una toxina que es inyectada en el cuero cabelludo.

Cuando los piojos no son rápidamente controlados, las hembras piojos empiezan a depositar sus huevos, cerca de la raíz del pelo, generando más piojos.